martes, 26 de mayo de 2015

Freud y el reinicio de este blog

Mi superyó aconseja que sólo se escribe cuando realmente uno tiene algo novedoso u original por comunicar. Qué puede decirse que no se haya publicado ya, incluso con mayores niveles de argumentación y estilo, repite alevoso, muy dueño de la situación. Hasta ahora lo he escuchado.
Mi ello, por su cuenta, me impulsa a hacerlo. Un deseo hasta ahora no satisfecho es ser novelista. Mi incursión, de años ya, en la vida académica, me hace ver también con buenos ojos el ensayo o un bien estructurado reporte de investigación.

Mi yo, ese gran mediador, me lleva hoy a decidirme y retomar este blog. Me aconseja refugiarme en lo cotidiano, ese maravilloso lugar de encuentros. Narraré, pues, lo ordinario deseando fervientemente la derrota de mi desleal instancia psíquica.

2 comentarios:

  1. Hola Arturo,
    Muy interesante esa mezcla o debate ente el superyo, ello y el yo mediador. Estoy segura que muchos hemos sentido esas tensiones y miedos. Lo primero que dices me parece muy interesante, tenemos la escuela académica que nos ha enseñado estas cosas de "lo que vale la pena", "lo que tiene valor", "lo que es reconocido", nos ha enseñado qués, cómos, cuándos y dóndes de la escritura, de la producción de conocimiento. La Red, parece ser un entorno-escuela que nos va mostrando otras prácticas, otros modos, otros tiempos, otros procesos.... Yo digo que vamos entrándolo y vamos probando, vamos siguiendo ese otro impulso que tenemos. Como dice Mónica a través de su ventana ¡vamos a nadar! de flechita, bucito o del estilo que cada quien quiera, creo que esta ola da para todos los estilos, y en una de esas hasta nos gusta. https://laventanademonica.wordpress.com/2015/05/19/mirar-la-ola-de-frente/

    A TRALear !!!

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  2. Hola Arturo:
    Me encantó! Y me tienta, puesto que el psicoanálisis es mi pasión.
    Solo me animo a decirte que hay mucho por decir, si "complicamos" un poco pasando de Freud a Lacan, podemos concluir que el discurso propio te constituye como sujeto, así que siempre hay mucho por decir. La dimensión imaginaria en la que nos movemos dice que sí, que ya hay mucho escrito y ¿quién nos leerá?, sin embargo, la dimensión simbólica sostenida por el lenguaje como ese Gran Otro que nos lanza a hablar, a decir nuestra palabra, es lo que nos anima a no ceder en nuestro deseo, así que, no lo dejes en el tintero!
    Abrazo
    Gabriela Castro

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